Agosto no es exactamente nuestro mes preferido, ¿por qué vamos a engañarnos? Ya no canta casi nada, la mayoría de los estivales más interesantes de aquí (colirrojo real, alcaudón dorsirrojo) se han ido y todavía no hay mucha actividad en la mar de aves marinas. Aun así, cuando tienes el privilegio de pasar el verano en un sitio tan alucinante como Asturias, siempre hay algo interesante para ver si se busca un poco.
Por ejemplo las primeras limícolas (pocas todavía) ya están llegando a la costa, como esta pareja bonita de correlimos comunes, aun con algo de su plumaje estival.
Este individuo está anillado, lo que te hace soñar sobre qué distante parte del norte habrá adquirido este adorno científico.
Aún hay algunas bonitas mariposas en vuelo, eso sí, aunque algunas llegando a finales de su cortas vidas.
Dos de las que casi nunca muestran sus anversos posados son la Colias crocea . . .
. . . y esta hermosaGonepteryx cleopatra. Aun así se intuye la aparatosa mancha de naranja que tiene esta especie en el anverso de las alas anteriores.
En la siguiente foto,de la Polygonia c-album, se ve claramente la marca blanca que le ha dado su nombre de “comma” en inglés y “C-Blanca” en español. También se ve la forma tan característica de sus alas.
Una que tiene el vuelo más bonito, planeando con maestría entre los claroscuros del bosque, es la Limenitis camilla, una especie en la que vemos por fin de anverso.
Esta Papilio machaon ha perdido, como la mayoría en estas fechas, parte de su cola, pero aún se ve su color de fondo amarillo y la iridiscencia de sus partes azules.
Otra de las “grandonas” es la siempre alucinante Inachi io, aun cuando está en las últimas ya como esta.
En esta Argynnis paphia se ven las cuatro líneas negras en el anverso de sus alas anteriores que la distinguen como macho de su especie.
En un momento llegó una hembra de la especie (que no tiene las líneas negras) soltando feromonas y poniendo un macho a cien. Hicieron juntos un bonito baile de emparejamiento a nuestros pies.
Un pariente bastante cercana a la Argynnis paphia que también hemos visto en estos días es la Fabriciana adippe. Vista desde arriba es muy parecida a la Mesoacidalia aglaja que mostramos en la última entrada.
Pero vista desde abajo se ve claramente la serie de ocelos rojizos en el reverso de las alas posteriores.
Entre las más peques, una de las más comunes es la Pyronia tithonus . . .
. . . y una de las más bonitas la Boloriaselene.
La Lycaena tityrus, vista aquí de reverso . . .
. . . luce una iridiscencia muy bonita y sutil vista desde arriba:
Entre las “azules” encontramos estas Polyommatus coridon a pesar de que el sitio no era de sustrato caliza.
Desde arriba el macho tiene un azul claro verdaderamente precioso.
Y para terminar tres más azules. Una de las más comunes de este grupo es la Celastrina argiolus con anverso mucho menos salpicado que la mayoría pero no por eso menos vistoso.
Y luego esta Cupido argiades demuestra claramente la pequeña cola y dos manchas naranjas que la distinguen de todas las otras.
Otra que “trae cola” (si no se ha roto por estas fechas tardías) es la Lampides boeticus, y aquí cerramos esta entrada con fotos de un macho de la especie visto desde abajo y desde arriba.