martes, 14 de junio de 2016

EL REY ELVIS EN FOTOS Y VÍDEOS

La entrada monotemática de hoy trata de un ave muy muy especial que hemos visto los tres (Dave, Bego y Sam) muy muy al norte de la Vera pero a la vez muy muy al sur de donde debería estar por estas fechas, en las alturas más noreste del círculo polar.

Acabamos de pasar nuestras vacaciones en Aberdeenshire en Escocia, pasando tres días en el estuario de Ythan. En este sitio, cada año desde 1978, un eíder real macho aparece en abril para intentar ligar con una de las hembras de eíderes comunes en la colonia de unos mil que viven allí.  Cada año el mismo comportamiento; durante unos dos meses vive con los eíderes comunes, incluso dando su canto y comportamiento nupcial, hasta tirar la toalla y desaparecer otra vez mediados de junio. ¿Es la misma ave todo este tiempo? Si es así ya tiene 38 años y mira lo guapo que sigue siendo:





Si no es la misma ave, pues qué raro que siga las mismas pautas de comportamiento y cronología año tras año.

Tan familiar ahora es comportamiento, tan fiables sus apariencias anuales, que le han puesto el nombre de Elvis.

Cada mañana de nuestra estancia de tres días en Ythan me levantaba a las 4.30 para disfrutar solo del ambiente sobrecogedora de miles de charranes y eíderes reclamando, por no hablar de los miles de focas comunes y gris que también cantaban en todo lo alto. Cada amanecer veía a Elvis, algunas veces más cerca, otras veces más lejos.

Luego, en el último amanecer de todos, algo increíble pasó . . ..

Elvis estaba lo más cerca jamás, dando su reclamo nupcial, una especie de aullido muy bonito que sobrelleva a veces el constante reclamo oYEEEru de sus primas comunes. No contento con este comportamiento tan confiado salió del agua a mis pies y empezó a andar por la playa con los eíderes comunes y sus jóvenes como si yo fuera otro de los palos de amarrar barcas que había por allí.
Cuelgo 5 de los muchos videos que pude hacer de él durante las siguientes dos horas, embelesado al tener a esta belleza a unos pocos metros de mí.

En el primer vídeo se le ve al borde del agua intentando en vano ligar con una de las hembras de eíder común. Después de unos 25 segundos se le ve bajar la cabeza, hinchar el pecho y emitir su reclamo nupcial.


En el segundo se le ve salir del agua y acicalarse con energía en la playa.


En el tercero se le ve andando orgullosamente por la playa con una madre de eíder y sus pollos como si fueran sus propias crías.


En el cuarto anda por la playa entre pollos de eíder.


Y en el quinto y último se le ve andando sin ton ni son por la playa como si fuera un poco perdido, el pobre, tan lejos aquí de sus cogeneres más cerca.


¡Qué privilegio ha sido tener a esta bicho tan especial tan cerca durante tanto tiempo. Al final, de repente, decidió irse y lo vi por última vez volando hacia el otro lado del estuario hasta desaparecer de vista.


El día anterior enseñamos a Elvis (durmiendo al otro lado del estuario) a un hombre que había hecho un viaje de 500 kilómetros solamente para verlo. Sacó una foto testimonial con su teléfono móvil a través del telescopio a máximo zoom y volvió tan feliz otros 500 k a su casa. Si hubiera estado conmigo esta mañana no veo cómo se hubiera cabido dentro de su regocijo.