Molidos, aturdidos y ojerosos después de un viaje penoso de 36 horas desde España, salimos del aeropuerto de Punta Arenas (Chile) para matar una hora antes de coger (ups, estamos en el Cono Sur) tomar el coche de alquiler.
Una de las primeras aves que vimos fue el simpático Colegial/austral negrito, un ave muy guapa que luego resultó ser abundante por toda la zona. Después de haber visto cientos en los primeros días todavía no hemos oído ningún tipo de canto. (Posteriormente conseguiríamos fotos)
Un pájaro que sí canta bastante es el segundo que vimos: Austral thrush/el zorzal austral. Tiene un canto algo parecido a nuestro zorzal común pero menos fuerte y variado. Eso sí, es un pájaro muy apuesto:
Mientras disfrutábamos de estos bichos, un ave con una apariencia de limícola llegó volando y aterrizó en un trocito de tierra entre los coches del aparcamiento. Allí la teníamos a huevo nada más salir del aeropuerto una de las aves objetivo del viaje: la linda Perdicita/least seedsnipe. Ya habíamos estado oyendo un reclamo raro estilo chotacabras pardo y resultó ser él el autor. En los próximos días vimos muchísimas por toda la zona.
Pronto también vimos uno de los patos más comunes de por aquí (el “azulón” local, vamos): Pato crestón/crested duck).
Vimos los dos fochas,Tagua chica/ White-winged coot y Tagua común/red gartered coot, ésta con jóvenes.
Desde allí montamos en un ferry dirección Tierra del Fuego a ver que nos iba a deparar el cruce a Porvenir. Y allí empezaron las sorpresas MAYÚSCULAS.
A medio cruce estábamos poco decepcionados porque todavía no habíamos visto ningún albatros. Solamente habían pasado en vuelo raso un par de Potoyuncos magallánico/magellanic diving petrels y vimos los primeros Pingüinos de Magallanes/Magellanic penguin de nuestra vida nadando en el mar.
(Potoyunco magallánico, especie endémica de esta zona)
Por fin apareció un albatros volando hacia el barco. ¡Pero cuál fue nuestra sorpresa al ver en nuestros objetivos no un común albatros ojeroso, sino un MAGNÍFICO ALBATROS REAL/ROYAL ALBATROS!!!
Es notorio lo difícil que es distinguir el errante del real pero creemos que este majestuoso individuo es un real norteño, uno de los pocos que se ha visto en el estrecho de magellanes en los últimos 10 años. Si alguien leyendo este blog quiere aportar su granito de arena sobre la identificación, se agradecería.
Después de ver este monstruo, el ave con la mayor envergadura de todo el planeta, los albatroses ojerosos/Black browed albatros y petreles gigantes/Giant petrels que luego pasaron por allí nos parecieron chiquitines!!
Llegamos a nuestro hotel en Porvenir con una sonrisa casi tan ancha como la envergadura del real. En la playa misma del pueblo vimos Gaviota austral/Dolphin Gull y Págalo chileno/Chilean skua.
El plan de por la tarde era buscar el carismático y endémico chorlo de Magallanes/Magellanic plover, la única especie de su género. Pero hubo un problema. Imaginaros un lago más o menos tres veces más grande que el embalse de Valdecañas con solamente tres o cuatro parejas del pájaro que buscas. Esto es a lo que enfrentas buscando este bicho en la Laguna de los Cisnes cerca a Porvenir. Aquí tuvimos un golpe de suerte increíble. De chiripa habíamos elegido para alojarnos la hosteria Yendegaia, sin saber que también se alojaba a uno de los mejores ornitólogos de la zona, Enrique Couve. Enrique primero nos ayudó a identificar el albatros real y luego ofreció llevarnos al mejor sitio para el chorlo. A por ello.
Aun con la ayuda de Enrique nos costó. Llevabamos bastante rato viendo lindezas como bandurrias/black faced ibis, Vari/cinereous harrier, Caiquenes/upland geese y montones de correlimos de baird/bairds sandpiper, Correlimos culiblancos/White rumped sandpipers y Chorlo de doble collar/two-banded plover.
Bandurrias
Bando mixto de correlimos culiblancos y de bairds
Nuestros primeros cisnes de cuello negro/black-necked swans también quisieron lucirse.
Pero no el chorlo de magallanes. Volvíamos al coche con un humor agridulce por todas las cosas que sí habíamos visto y la guinda que se nos escapaba cuando dijo Enrique, “allí está”
Que subidón al oír estas palabras y luego enfocar el tele en este bicho tan enigmático y buscado:
Así que nada mal por ser el primer día. Ya llevamos 6 días y la cosa se ha mejorado aun más. Continuara . . . .
English translation of the text:
English translation of the text:
TIERRA
DEL FUEGO AND PATAGONIA I. WHAT A START!
Jet-lagged, weary and bleary-eyed after a withering 36-hour flight
from Spain, we staggered out of Punta Arenas airport (Chile) to kill a few
hours before picking up the car. One of the first birds we saw was the fetching
Austral Negrito, a handsome bird that then turned out to be abundant everywhere.
By now we’ve seen hundreds in the first days but have yet to hear any type of
song from this bird. (In later entries we get some decent photos). One bird
that does sing quite a lot is the next one we saw; Austral Thrush. Its song is
something like the European Song Thrush but a bit weaker and less varied. As
you can see from the photo it’s a smart bird.
While we were sorting out these first passerines a
wader-like bird flew in and landed on a small plot of land in the airport
carpark. There, right in front of us stood one of the target birds of the trip:
the lovely Least Seedsnipe. Its call is a sort of pukka pukka like the Red-Necked Nightjar. We’d been hearing it for
some time without realising what it was. Over the next few days we were to see
loads of Least Seedsnipes throughout the whole area.
We picked up the car and before boarding the ferry across to
Tierra del Fuego we stopped in a small patch of wetland on the outskirts of
Punta Arenas called Tres Puentes. There, on the hard shoulder of the road
itself, we saw one of the commonest (and loudest!) waders of Patagonia, the
Southern Lapwing. As yet we’ve not managed to get decent shots of this bird but
we’ll keep trying. We soon saw one of the commonest ducks of the area (more or
less the local Mallard), the Crested Duck. We also saw the two coots,
White-Winged Coot and Red-Gartered Coot, the latter with young in tow.
We then drove onto the ferry to see what the crossing to
Tierra del Fuego would turn up. This is when the BIG SURPRISES began. Halfway
across we were a bit disappointed because we hadn’t yet seen any type of
albatross. A couple of Megallanic Diving Petrels had skimmed past the boat and
we saw some Magellanic Penguins, the first penguins of our lives, swimming in
the sea. At last an albatross appeared flying towards the boat. Imagine our
surprise when we scoped it to see not the expected Black-Browed Albatross but a
magnificent Royal Albatross! It’s notoriously tricky to tell apart Wandering
and Royal Albatross but we think this majestic individual is a Southern Royal
Albatross, one of the few seen in the Straits of Magellan over the last ten
years. After seeing this monster, the bird with the biggest wingspan in the
world, the Black-Browed Albatrosses and Giant Petrels that then flew past, huge
birds in their own right, seemed quite titchy!
We got to our Porvenir hotel with a smile from ear to ear,
almost as wide as the Royal’s wingspan. On the beach we saw Dolphin Gulls and
Chilean Skuas.
The plan for the afternoon was to look for the enigmatic
Magellanic Plover, a single-species genus. But there was a problem. Imagine a
lake about five times the size of Staines Reservoir and only three or four
birds in all that area . . . This was the challenge that faced us looking for
this bird on the Laguna de los Cisnes near Porvenir. Here we had an incredible
stroke of luck. By pure serendipity we had chosen to stay in the Hostería
Yendegaia, without knowing that it was the sometime home of one of the best
ornithologists of the area, Enrique Couve, who offered to take us to one of the
best Magellanic Plover spots. We jumped at the chance.
Even with Enrique’s help it was no easy task. We spent some
time looking and “only” saw such beauties as Black-Faced Ibis, Cinereous
Harrier, Upland Goose and large flocks of Bairds and White-Rumped Sandpipers
intermingled with a few Two-Banded Plovers, but no Magellanic Plover. The first
Black-Necked Swans also flew over. But still no Magellanic Plover. We were just
on the way back to the car, in bittersweet mood because of all the gems we’d seen
and the one jewel in the crown that had escaped us, when Enrique suddenly said
those magic, coveted words: “There it is”. Hearts in mouths we trained our
scopes on this lovely, dove-grey, bubble-gum-legged plover.
Not at all bad for the first day, eh? We’ve now been here
six days and things have even improved. Watch this space . . .