Esta mañana fuimos a Losar de la Vera. Llegamos al amanecer con ruiseñores y oropéndolas cantando a pleno pulmón. Fuimos a buscar una collalba negra que crió aqui hace dos años, pero este año no está.
Más arriba en la montaña, mi padre vio papamoscas cerrojillo (30 aprox.) y colirrojo real (2) y mientras yo me quedé abajo buscando la collalba. Aunque no tuve suerte, también vi cosas bonitas como los primeros hortelanos, cantando y dejándose ver muy bien.
Este escribano soteño parecía mirar con desprecio a este machazo de verderón...
Y por último esta simpática curruca capirotada salió para darnos un recital.
Sammy, las tres últimas entradas tienen un colorido especial... Se nota que las aves se van vistiendo, poco a poco, con sus mejores galas.
ResponderEliminarUn saludo desde Pucela.
Los escribanos son preciosos y has sabido recoger muy bien su colorido. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminar