sábado, 1 de septiembre de 2012

CAMBIOS ESTACIONALES EN LAS AVES DE TIERRA, PLAYA Y MAR


Sobre tierra, el único pájaro que canta ahora, muy de vez en cuando, es el mosquitero ibérico. Las currucas mosquiteras se han callado/ido; incluso las incansables capirotadas han tirado la toalla. Al amanecer los mirlos ya hacen la machacona alarma Tic Tic Tic en vez de la melodía aflautada de antes. El huit del abundantísimo veraneante colirrojo real se ha sustituido por el reclamo algo parecido del ruiseñor, solamente un migrante por aquí. Otro veraneante, el papamoscas gris, ha desaparecido, y como por arte de magia todo lo arbolado ahora está lleno de su primo cerrojillo (¡qué cantidad!). Los prados ya no son ruidosos con los jóvenes alcaudones pidiendo comida de sus padres como puertas chirriantes.

En la costa los primeras limícolas buscan espacio entre los últimos bañistas. Sobre todo los chorlitejos grandes, correlimos tridáctilos y vuelvepiedras son ágiles no solamente para flirtear con las olas sino también con las patas de los obesos nadadores en sus trasiegos de arena a agua.
                                                                     Correlimos común

Los jovencitos chorlitejos grandes se muestran muy confiados debido a su inexperiencia con los seres humanos dándonos estupendas oportunidades para sacarles unas bonitas fotos.
 



 

Los limícolas siempre están alerta echando un ojo al cielo por si los peregrinos, gavilanes, etc…A este pobre correlimos tridáctilo supongo que le habrá atacado un halcón peregrino, pero logró librarse de sus zarpas aunque se haya quedado con una buena marca de guerra.










Las garcetas comunes también se merecen nuestra atención, tanto por lo bonitas que son como por su interesante comportamiento a la hora de pescar.

 En esta secuencia de fotos se ve los pasos a seguir para tener éxito en la pesca:

Primero, un poquito de aseo personal para ponerse a punto.
 

Luego, se busca un sitio apropiado donde haya muchos pececitos que llevarse a la boca.
 



 
Ahora pasamos a lo importante. Existen distintas técnicas para la pesca:
La primera es muy relajada, simplemente consiste en remover el fondo con el pie hasta que salga algún pececillo que coger. En esta foto se ve las vibraciones en el agua producidas por la pata izquierda.

La segunda es una forma muy rápida que requiere mucha energía. La garceta se dedica a perseguir corriendo o volando a los pececillos hasta pillar alguno.
 



 

Y al final ¡BINGO!



 
Pero es en el mar donde los cambios más se notan. La triste, vacía mar de julio y principios de agosto ahora “hierve” con las aves marinas más carismáticas y atractivas. Desde los cabos de Llastres y La Vaca en los últimos días hemos visto un paso casi constante de pardelas sombría (sobre todo), pichoneta y cenicienta, págalos grandes (sobre todo), parásito y pomarino, más alcatraces de todas las edades, charranes non-identificables (por distancia) y el vuelo fugaz de algún que otro halcón peregrino. Muchas pasaban lo suficientemente cerca para disfrutar de vistas estupendas por telescopio, pero obviamente no para fotografiar. Da igual, con solamente verlos nos damos por satisfechos. Ya sabeis que la pardela sombría cría en islas del otro hemisferio. Poder verla rozando las olas a solamente 40 minutos de nuestra casa aquí en Arriondas es todo un lujo.

1 comentario:

  1. Todo un lujo, Sammy... Pero no sólo la Pardela sombría sino todo ese repertorio de aves marinas y limícolas que tienes oportunidad de avistar y, en muchos casos, fotografiar tan cerquita de casa.
    Nosotros nos conformamos, por el momento, con la lectura de blog s como el tuyo, que nos ilustran todo aquello que pasa a cierta distancia de nuestra tierra ce campos.
    Un saludo desde Pucela.

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