El viernes fue el último día de nuestra estancia estival en Asturies antes de volver a la Vera, así que decidimos dedicarlo a las limícolas y aves de la costa, a ver qué surgía.
Lo más destacable fue un grupo de correlimos gordos. Es una límicola muy simpática que simpre había querido fotografiar, por su belleza y también por el sitio de donde viene. Es muy fácil de identificar, siempre salta a la vista qué es de entrada porque ninguna otra especie tiene sus proporciones, su corpulencia (de ahí su nombre en español) y su pico bastante robusto.
Es increíble pensar que estos bichos pueden venir de lo más alto del círculo polar ártico por su propios medios. Cruzando océanos y miles y miles de kilómetros para que luego lleguen a una playa llena de bañistas que lo único que hacen es molestarlos.
Al final gané su confianza y pude sacar fotos bonitas en una luz muy buena de .atardecer.
Bonito monográfico. Se ven tus progresos en fotografía día a día. Saludos.
ResponderEliminarParecen de estudio, le invitaste a un cubata.
ResponderEliminarMuy buenas fotos. A si que te has traído muy buen recuerdo de pajareo para tu tierra extremeña.
ResponderEliminarUn saludo desde Pucela.
¡Muchísimas gracias a los tres!!
ResponderEliminarUn abrazo verato
Sam